27 de septiembre de 2011

¡PAYASAS!

No, no somos normales. Nos reímos con cualquier gilipollez. Somos retrasadas, subnormales, infantiles, inmaduras, unas payasas.. pero sobre todo, somos nosotras mismas. Somos lo que somos, somos felices así, y no nos importa lo que piensen o digan por ahí. Nos queremos como una familia, y sí, nos hemos hecho daño, ¿pero qué sería de una familia sin sus problemas? Egocéntricas y egoístas a veces, pero el resto del tiempo estamos pendientes a las necesidades de la gente que nos rodea. No somos perfectas, claro que no. Algunas más bajas y otras más altas; otras tienen más pecho y otras menos; unas más listas que otras; pero aún así, nos respetamos. Y vale que a veces nos despotriquemos por detrás, pero al final lo hablamos todo a la cara, y lo arreglamos. Te puedo asegurar que todas daríamos la vida por una de nosotras si hiciera falta, porque si tocas a una, tocas a todas. Esto funciona como dos gemelos; si le haces daño a una, lo sentimos todas. Puede que a veces tenga ganas de reventar a alguna, igual que una querrá reventarme a mí en alguna ocasión, pero son ellas las que me sacan una sonrisa todos los días. Las que me abrazan, me apoyan, y me secan las lágrimas cuando lo necesito. Son mis hermanas, no de sangre, pero sí de corazón; y daría todo por ellas.
Me da igual si te gusta o no, con que yo esté cómoda me basta.



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