Lo siento, solo te puedo dar la mitad de la luna llena, la mitad de mi amor. Si quieres, te regalo todas las estrellas de esta galaxia, incluidas las fugaces, pero no me pidas los planetas, y menos la luna llena...
Porque, ¿cómo podría recordarte si no tuviera la luna llena? Esa luna repleta de luz, que se asimila perfectamente con tu reluciente y alentadora sonrisa.
Y tampoco puedo darte todo mi amor porque, ¿cómo me querré cuando tú no estés, si contigo te lo habrás llevado todo? Lo siento, amor, pero no puedo.
A cambio te compensaré con los días más felices que hayas pasado en toda tu vida, con los momentos más románticos y lujuriosos. Te compensaré haciéndote reír cuando estés triste, y haciéndote llorar, de alegría, por su puesto, cuando necesites palabras de aliento.
Te compensaré siendo tuya, hasta que tú quieras.
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