Siempre a tu lado, contigo, de la mano.
Si tu saltas, yo salto.
Si tu caes, yo caigo.
Si tu te quemas, yo ardo.
Volemos; volemos juntos, sin mirar atrás.
Volemos hacia el horizonte, donde nada ni nadie nos pueda interrumpir.
Seamos uno por una noche.
Susurrame al oído que me quieres.
Abrázame, júrame, ámame, acaríciame, protégeme.
Imaginemos por un instante que sólo existimos tú y yo. Nada más.
Vivamos, como si del último día de nuestra vida estuviésemos hablando.
Tú y yo:
¡Hasta el infinito, y más allá!, ¿recuerdas?
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