31 de enero de 2012

La noche mágica susurra; es la magia loca de la locura.
Abre sus voces para los amantes, en la plácida entrega a lo desconocido en el fulgurante calor de tu cuerpo.
- ¿Fuiste sólo un sueño?
+ Sí, pero, ¿y qué no lo es?

24 de enero de 2012

¡Loveyou!




- Corre, cierra los ojos.
+ ¿Para qué?
- Tú ciérralos. Confía en mí.
+ Bueno.. está bien. Ya. ¿Y ahora qué?
- Imagina que eres feliz. Más de lo que nunca lo hayas sido. 
+ Muy bien; ya está.
- Perfecto, ahora dime, ¿qué ves?
+ A ti. 











19 de enero de 2012

Empezar de nuevo.

¿Quién no ha querido hacer borrón y cuenta nueva? ¿Quién no ha querido empezar desde cero alguna vez? A mí también me hubiera gustado, por su puesto, pero ya no. 
¿De qué serviría borrar todos los recuerdos, todo lo vivido? No seríamos nada. Sólo un cuerpo que flota en el espacio sin pasado, ni presente.  Todos lo hemos pasado mal por desamor, por la perdida de alguien, por un suspenso.. por muchas cosas. Pero no existe lo bueno sin lo malo. ¿Cómo apreciaríamos la luz si no conociéramos la oscuridad? ¿Cómo apreciaríamos un 10 si no conociéramos un 4? ¿Cómo apreciaríamos la Navidad  si no conociéramos lo aburrido de la rutina diaria? Y lo mismo con todo lo demás. 
Que sería de el placer de comer chocolate sino conociéramos el soso sabor del resto de las comidas.. 
¿CÓMO DISFRUTARÍAMOS DEL AMOR SI NO SUPIÉRAMOS LO MALO QUE ES NO TENERLO?
Lo dicho, ¿de qué serviría borrar todo lo malo, si así no podríamos apreciar todo lo bueno? 
Ya no tenderíamos experiencias, ni sensaciones. 
No tendríamos el placer de haber disfrutado de un gran amor, o de un buen chocolate.


14 de enero de 2012

9 de enero de 2012

+ ¿Ha oído alguna vez aquello de que sin amor no se puede vivir?


- Claro.


+ Pues el oxígeno es más importante.



3 de enero de 2012

Piensas que has dejado de querer a esa persona, y dices: 
"Eh, no todo el mundo puede olvidar a su amor, ¡soy la mejor!".
Pero pasa el tiempo, y te das cuenta de que no lo has olvidado, 

que sigues queriendo al mismo idiota que quisiste hace algún tiempo. 
Que sigues teniéndole presente en todas tus frases, en todos tus sueños, 
en todas tus decisiones. Te das cuenta de que aún te falta él, 
y es entonces cuando te sientes totalmente vulnerable.