¿Por qué lo hago?
Lo hago porque el amor existe, y es encantador.
Lo hago porque vale la pena sentir cómo se acelera tu respiración al tocar mi mano.
Porque te lo mereces, porque me lo merezco, porque sabemos que esto es real.
Por tu sonrisa, tus ojos y tus manos. Por tus abrazos y el sonido de tu risa.
Por ofrecerme tu ayuda cuando lo he necesitado.
Por no dudar un sólo segundo en secarme las lágrimas.
Por seguir ahí, a pesar de todo.
Lo hago porque respiro, simplemente.