13 de junio de 2012

-Foreveryoung-

Los helados a tres segundos de comprarlos en una tarde de verano, los libros que te enganchan, las pizzas de Domino's, las canciones especiales, los carnavales, la saga de Harry Potter, la batería de la cámara, los sueños y la propia noche. Las risas de tus amigas, la taza de leche y las tostadas, el efecto del vodka, las noches locas en algún hotel, el agua fría antes de acostumbrarte a ella, la fama, un partido de fútbol, el dinero, las sonrisas, el verano, la esperanza, la tinta del bolígrafo de los exámenes, la paciencia, los hielos del botellón, los paseos nocturnos, la calidad de los bares. Las rebajas, los viajes, el tiempo de la bombona de buceo, la ilusión, las facetas de niñata, los juegos, las estrellas fugaces, las buenas películas, sus besos, sus caricias... El amor y hasta la propia vida. 
Todas las cosas buenas acaban desapareciendo. Al principio nos puede resultar jodido, pero siempre nos deja un dulce sabor de boca, un bonito recuerdo... Son cosas que aunque dejes de sentirlas, puedes recordarlas, por mínimas que sean.


P.D.: Siempre te recordaré, de eso puedes estar seguro. 

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