Hoy es de esos días en los que te levantas sintiendo que todo a tu alrededor te resbala, que nada te interesa. Sólo te importas tú y tus sentimientos, y sí, puede sonar egoísta, pero ser egoísta de vez en cuando no viene mal. Hoy sólo estaré pendiente de mi felicidad, de pasármelo bien y estar a gusto todo el día. No me interesará saber dónde y con quién estás, si necesitas algo, ni cómo te encuentras. Hoy sólo existimos yo y mi mundo maravilloso.
Hoy es mi día; no dejaré que se convierta en el tuyo.
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