Te echo de menos, y la verdad es que no sé por qué. Aunque tengo una teoría; cada día estoy más segura de que esto me pasa porque te quiero. ¿No te lo imaginabas verdad?; yo tampoco. Pero sí, es cierto. Tú siempre dices que yo sólo juego contigo, que no te tengo en cuenta para nada más, pero yo siempre he sabido que estás muy equivocado; aunque yo también quise creerlo así al principio. No sé qué pasó. Se supone que no eras nada en mi vida, pero es difícil no enamorarse de esa sonrisa y de esa estúpida actitud de niño de 5 años, pero a la vez de chico tan atento y preocupado. Porque digas lo que digas, sé que te encanta cuidarme y estar pendiente de mí cuando estoy mal, y cuando no también; y eso es algo que me encanta. Y bueno, puede parecerte estúpido viniendo de mí esto que te voy a decir, pero es cierto, y no lo puedo evitar. Que echo de menos el sonido de tu voz, y que te rías de mí.. que me pellizques y me muerdas.
Pero sobre todo echo de menos tus manos, y tus abrazos.
Te echo de menos a ti.
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