11 de agosto de 2011

Here I am

La gente siempre piensa que me conoce bien, porque soy muy simple y nunca hago cosas que llamen la atención. Pero realmente, muy pocos conocen todas mis manías y las cosas que me encantan. Muy pocos llegan a conocerme bien, porque yo soy alguien que no se deja ver completamente delante de cualquiera. Yo me abro sólo a la persona que realmente me llena de confianza. Sólo me abro a la persona que es capaz de esperar a que yo decida soltarme. Y por eso muy pocos me conocen, porque casi todos se rinden con facilidad, y no dan una oportunidad a que mi cabeza y mi corazón quieran hablar por sí solos.
Sólo mis amigas saben que puedo reírme hasta media hora sin parar, que me hacen gracia cosas en las que nadie se fija, y que puedo decir mil tonterías en tan sólo cinco minutos. Y solamente una persona sabe con certeza todas esas cosas que escondo tras mi faceta de chica tímida y callada; mi mejor amigo.  Sólo él sabe que lo primero que le miro a una persona cuando la conozco, son sus manos, y después sus ojos. Me encanta cogerle las manos a la gente. Tocarlas, acariciarlas, sentirlas.. y con eso soy capaz de saber si esa persona va a ser alguien especial, o sólo va a ser algo pasajero en mi vida. Que duermo al revés; con los pies en el cabecero, y la cabeza donde van los pies; y sin almohada por supuesto. Odio las almohadas. Sólo las uso para apoyar los pies, muy de vez en cuando.  Me puedo quedar dormida en cualquier sitio, y doy mil vueltas en la cama.  Me gusta coger todo lo que esté a mi alcance con los pies. No sé si es por vagancia, o simplemente porque es divertido saber que mis pies son útiles para algo más a parte de para caminar. Me encanta tocar partituras imposibles con la flauta, sabiendo que están en un nivel superior al mío; y aún así, consigo tocarla sin ningún problema, aunque tenga que estar un mes entero estudiándola.
También me encanta ponerme calcetines con cholas abiertas cuando estoy en mi casa, y me encanta rascarme la nariz y alrededor de la boca con la lengua. (Sí, la lengua me llega a la nariz). Beber café a las diez de la noche es mi pasión, y escuchar canciones que ya nadie recuerda. Adoro hacer el tonto en medio de la calle, que la gente se pare y me mire raro. Es algo sublime.
Como he dicho antes, sólo mi mejor amigo conoce todo esto de mí; y ahora tú también lo sabes.  Pero de nada te sirve saberlo si no has llegado a entenderlo.


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