21 de abril de 2013

-Veinticuatro horas de oscuridad-

En tus ojos me perdí, lo perdí todo. En tu sonrisa, ay, tu sonrisa.. En tu sonrisa se pierde la mía. Tu sonrisa que me acuna, me balancea y me susurra, al igual que tus ojos, lo que callas. Tu sonrisa que me inunda de alegría con tan sólo estar ahí. Tus labios, que recitan poemas con cada palabra, cada sonido, cada mueca. Mi piel, que erizándose me delata, se enamora cuando las yemas de tus dedos se posan en la cuna de mi cuello, deslizándose con mucho celo. En tu espalda, la huella de un ósculo calcada en la primera de tus vértebras, incita a recorrer el camino desde el cuello hasta el amanecer. 


"Haré encajar mis labios con esa huella, dejándote marcas por todo tu cuerpo hasta que el sol nos sorprenda por la ventana; vayámonos a Noruega, vivamos envueltos en la noche."



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