26 de abril de 2014

Silencio

De repente silencio. No contestas, ¿te habrás quedado dormido? Claro que sí, como cada noche que luchas contra el sueño para acompañarme en mis desvelos, para pasar un rato conmigo, desde la distancia. 
No me enfado, ¿cómo podría? Al contrario, daría todo por poder estar presente en ese instante en el que tus fuerzas flaquean y caes rendido y agotado en los brazos de Morfeo, que ojalá fueran los míos. Daría todo por observar tu rostro tranquilo, por acariciarte el pelo y besarte la frente; saber que estás durmiendo plácidamente. Daría todo por acurrucarme a tu lado, por sentir tu respiración cada vez más profunda, por estar entre tus brazos, cerca de tu cuello, respirando amor. 
Piénsalo, no es una proposición tan indecente. Yo sería tu despertador cada mañana, un beso matutino lleno de promesas, una sonrisa que dure todo el día. Un encuentro de dos desconocidos que se complementan, que se desean de una forma un tanto absurda, pero irremediable. 


21 de abril de 2013

-Veinticuatro horas de oscuridad-

En tus ojos me perdí, lo perdí todo. En tu sonrisa, ay, tu sonrisa.. En tu sonrisa se pierde la mía. Tu sonrisa que me acuna, me balancea y me susurra, al igual que tus ojos, lo que callas. Tu sonrisa que me inunda de alegría con tan sólo estar ahí. Tus labios, que recitan poemas con cada palabra, cada sonido, cada mueca. Mi piel, que erizándose me delata, se enamora cuando las yemas de tus dedos se posan en la cuna de mi cuello, deslizándose con mucho celo. En tu espalda, la huella de un ósculo calcada en la primera de tus vértebras, incita a recorrer el camino desde el cuello hasta el amanecer. 


"Haré encajar mis labios con esa huella, dejándote marcas por todo tu cuerpo hasta que el sol nos sorprenda por la ventana; vayámonos a Noruega, vivamos envueltos en la noche."



1 de diciembre de 2012

Siete vidas no son suficientes.

Ven, únete a mí en cuerpo y alma hasta que la muerte nos separe. O por lo menos hasta que tú decidas. No me importa ser tu sumisa, siempre y cuando me ames con la pasión y lujuria que un día me profesaste, y que me juraste guardar hasta el fin de mis días. 
Dueles, dueles en el alma, querido. Dueles, realmente dueles. 
Y eso no estaba en el contrato que firmamos cuando decidimos casarnos frente al Diablo. 


-"Hay que leer la letra pequeña"- diría mi madre, y maldita la hora en que no la escuché, y en que decidí vender mi alma al ser más oscuro y amargado que hay en el mundo, o en el inframundo, mejor dicho. Por su culpa estoy encadenada a ti, no puedo dejar de amarte, no puedo dejar de desearte en todo momento, pese a tu indiferencia y a tus desprecios. Estoy condenada a amarte y adorarte por haberme atrevido un día a dejarte abandonado cuando aún tú me amabas. 
Estoy, desde ese día, condenada a amar a un hombre huraño y sin corazón, por haber querido desafiar al mismísimo Diablo. 

21 de noviembre de 2012

Sonrisas.

Las bonitas y las feas. Las que están repletas de amor y alegría, o las tristes, vacías y amargas. Las sonrisas sosas, las pícaras, las insinuantes. Pequeñas, medianas y grandes. Las falsas, las sinceras, las forzadas y las naturales. Las verdaderas, las profundas, las que sacamos por cumplir, y las que a veces nos guardamos, por rubor o porque simplemente no nos apetece sonreír. 
Hay mil clases de sonrisas, incluso más, y, aún así, yo prefiero la tuya.




1 de agosto de 2012

Big Girls Don't Cry

Sentimientos y lágrimas ocultos tras un muro de aparente fuerza y valentía. Pero las apariencias engañan amigo.
-Amigo-, parece que ya no quedan, eh. Siempre estás sola, lloras en la ducha y cuando todos duermen para que nadie pueda oírte. Hablas con tu reflejo, y hablas sola, porque ya no tienes a nadie. A veces hablas con las fotos que guardas, quizá de alguna época en la que fuiste feliz. Les cuentas como te ha ido el día y pides al cielo que todo vuelva a ser como antes, que hayan cinco en casa, o al menos cuatro, pero de nada sirve, así que guardas las fotos. Pero, ¡eh! Aún te queda un par de amigos, uno que está contigo aunque no esté, y la música. Ella te eleva, te hace sentir útil, necesaria para que la vida transcurra. Ya vale, puede que para el mundo no seas imprescindible, pero sí que hay alguien para quien tú eres su mundo, y mientras tengas a alguien que te quiera y a quien querer, habrá una razón por la que seguir luchando, dejar de llorar y sonreír a la vida. 





23 de julio de 2012

Extraña la mecánica del corazón, sí.

Vamos, ven a mi árbol en flor, esta noche apagaremos la luz y dejaré pares de gafas sobre tus brotes. Con la punta de tus ramas rayarás la bóveda celeste y sacudirás el tronco invisible que sostiene la luna. De nuevo caerán los sueños, como una nieve tibia a nuestros pies. Tus raíces en forma de tacón de aguja las plantarás en la tierra, firmemente ancladas. 
Deja que me suba a tu corazón de bambú, quiero dormir a tu lado. 



13 de junio de 2012

-Foreveryoung-

Los helados a tres segundos de comprarlos en una tarde de verano, los libros que te enganchan, las pizzas de Domino's, las canciones especiales, los carnavales, la saga de Harry Potter, la batería de la cámara, los sueños y la propia noche. Las risas de tus amigas, la taza de leche y las tostadas, el efecto del vodka, las noches locas en algún hotel, el agua fría antes de acostumbrarte a ella, la fama, un partido de fútbol, el dinero, las sonrisas, el verano, la esperanza, la tinta del bolígrafo de los exámenes, la paciencia, los hielos del botellón, los paseos nocturnos, la calidad de los bares. Las rebajas, los viajes, el tiempo de la bombona de buceo, la ilusión, las facetas de niñata, los juegos, las estrellas fugaces, las buenas películas, sus besos, sus caricias... El amor y hasta la propia vida. 
Todas las cosas buenas acaban desapareciendo. Al principio nos puede resultar jodido, pero siempre nos deja un dulce sabor de boca, un bonito recuerdo... Son cosas que aunque dejes de sentirlas, puedes recordarlas, por mínimas que sean.


P.D.: Siempre te recordaré, de eso puedes estar seguro.